Mourinho alineó de inicio a ocho jugadores del primer equipo, aunque sólo Di María era de los habituales titulares
Los errores defensivos condenaron al Real Madrid. En un partido con pocas ocasiones, los portugueses supieron rentabilizar las carencias defensivas de los blancos. Sacaron petróleo a balón parado y así marcaron los dos primeros tantos, prácticamente calcados. Centros medidos de Carlos Martins desde la banda y remates demasiado cómodos para transformarlos.
Aún así el partido se fue al descanso con empate a dos, fruto del talento que los blancos tienen arriba. Jugadores como Di María, Higuaín o Callejón es raro que no marquen la diferencia.
La debacle vino en la segunda parte. Los lusos, mucho más rodados, salieron con un plus de entrega. Algo que contrastaba con un Real Madrid atípico y falto de ritmo.
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